lunes, 18 de octubre de 2010

Areas culturales

Oasisamérica

Oasisamérica es el nombre de una superárea cultural de la América del Norte precolombina. Se extiende desde el territorio de Utah, en los Estados Unidos hasta el sur de Chihuahua, en México, y desde la costa sonorense del golfo de California hasta el valle del río Bravo. Debe su nombre a su posición como área intermedia entre las altas culturas mesoamericanas y las culturas de los nómadas del desierto Aridoamericano. A diferencia de sus vecinos del desierto, los oasisamericanos fueron agricultores, aunque las condiciones climatológicas no les permitían una agricultura muy eficiente y por ello tenían que recurrir a la caza y a la recolección para complementar su subsistencia. Construyeron grandes aldeas en Nuevo México y la zona arqueológica de Casas Grandes, en Chihuahua. Esta zona tenía una gran importancia debido al moderno sistema hidráulico con el que contaba. Su apogeo se dio entre 1205 y 1261, y fue abandonada hacia 1340.
Oasisamérica es término derivado de la conjunción de oasis y América. Se trata de un territorio agreste, marcado por la presencia de las montañas Rocosas y la Sierra Madre Occidental. Al oriente y al poniente de estas enormes cordilleras se extienden las grandes planicies áridas de los desiertos de Sonora, Chihuahua y Arizona. En su momento de mayor expansión, Oasisamérica cubría una parte la superficie de los actuales estados mexicanos de Chihuahua y Sonora, así como de Arizona, Utah, Nuevo México, Colorado, Nevada y California, en los Estados Unidos.

No obstante que se trata de un territorio seco, Oasisamérica está surcada por algunas corrientes de agua como los ríos Yaqui, Bravo, Colorado, Gila, y Casas Grandes. La presencia de estas corrientes (y algunas lagunas que se tragó el desierto a lo largo de los años), así como su clima indudablemente más benigno que el de la región aridoamericana oriental, fue la que permitió el desarrollo de las técnicas agrícolas importadas de Mesoamérica.
La región de Oasisamérica es rica en yacimientos de turquesa, uno de los materiales suntuarios más apreciados por las altas culturas de Mesoamérica. Esto permitió el establecimiento de relaciones de intercambio entre estas dos grandes superáreas culturales.

Aridoamérica

Aridoamérica es la denominación que se da a la amplia área cultural que se extiende al norte de los límites de Mesoamérica, es decir, más allá de las cuencas de los ríos Fuerte, Lerma, y Soto la Marina. Los confines norteños de la región aridoamericana alcanzan la latitud distante del paralelo 4fc2°. Se trata de un área con una gran diversidad ecológica, que, a diferencia de sus vecinas Oasisamérica y Mesoamérica, no llegó nunca a constituir una unidad cultural. En realidad,el concepto Aridoamérica resume el gran desconocimiento prevaleciente acerca de los pueblos que habitaron la región antes de la llegada de los europeos.
Si bien el término es un derivado de la propuesta de Paul Kirchhoff de definir a las culturas del área meridional de México y occidental de Centroamérica como una gran civilización, con base en el descubrimiento de un complejo mesoamericano (en el que se inscriben elementos característicos compartidos por todos los pueblos del área), no puede decirse que Aridoamérica cumpla con la misma función.
De hecho, como lo apuntan López Austin y López Luján en su libro El pasado indígena (1996), los pueblos de Aridoamérica, condicionados por su medio ecológico, nunca llegaron a formar una unidad cultural. Eran más bien pueblos aislados y compactos. Por lo tanto, no podían establecer una comunicación tan intensa entre ellos como la que establecieron los mesoamericanos o los oasisamericanos. La falta de estos vínculos fue decisiva en la enorme diversidad que se encuentra entre los pueblos de esta región.
Alfred Kroeber, antes que Kirchoff, había definido a esta región como el Suroeste. El término, que es más empleado en inglés, implica desde luego, la imposición de una perspectiva geográfica centrada en Estados Unidos. Sin embargo, los arqueólogos mexicanos han discutido el concepto culturas del Suroeste, por obvias razones políticas, argumentando que "el Suroeste históricamente siempre ha sido Norte".
En ese sentido, en algunos círculos de arqueólogos (especialmente los mexicanos), se habla de una Gran Chichimeca, que comprendería aproximadamente los territorios que se entienden como Aridoamérica. Este nuevo concepto tiene su origen en la denominación dada por los nahuas a los habitantes de las tierras norteñas, a los cuales, por un paralelismo singular, como en Grecia antigua, consideraban como bárbaros (de hecho, chichimeca y bárbaro tienen aproximadamente el mismo significado en sus respectivas lenguas originales: los que no saben hablar).
En Aridoamérica coincide una enorme cantidad de climas, desde el seco y árido en el verano hasta un frío incesante durante el invierno. Esta situación propició la escasez de cultivos en el territorio aridoamericano, y sus habitantes debían dedicarse a actividades como la caza, la pesca, y la recolección. Aún así, varias culturas subsistieron en Aridoamérica, como los opata, jova, tarahumara, entre otros, que dejaron gran cantidad de pinturas rupestres-.

Mesoamérica


Mesoamérica (griego: μέσος [mesos], «intermedio» )? es la región del continente americano que comprende la mitad meridional de México; los territorios de Guatemala, El Salvador y Belice; así como el occidente de Honduras, Nicaragua y Costa Rica. No debe confundirse con la región mesoamericana, concepto acuñado para denominar una región geoeconómica por organizaciones internacionales tales como la OCDE[1]
Mesoamérica es un área definida por la cultura. Esta región vio el desarrollo de una civilización indígena en el marco de un mosaico de gran diversidad étnica y lingüística. La unidad cultural de los pueblos mesoamericanos se refleja en varios rasgos que Paul Kirchhoff definió como el complejo mesoamericano.[2] La definición de lo que se acepta como mesoamericano es objeto de discusión entre los estudiosos de esta civilización; sin embargo, con frecuencia se menciona en el inventario la base agrícola de la economía, el cultivo del maíz, el uso de dos calendarios (ritual de 260 días y civil de 365), los sacrificios humanos como parte de las expresiones religiosas, la tecnología lítica y la ausencia de metalurgia, entre otros. En su momento, la definición del complejo mesoamericano sirvió para distinguir a los pueblos mesoamericanos de sus vecinos del norte y el sur.
El desarrollo de Mesoamérica se extendió por varios siglos. Los especialistas discuten sobre la época que puede considerarse el "inicio" de la civilización mesoamericana. De acuerdo con algunas posturas, el hito inicial consiste en el desarrollo de la alfarería. Otros consideran que el primer complejo mesoamericano se desarrolla entre los siglos XV y XII a. C., período contemportáneo a la cultura olmeca. A lo largo de su historia, los pueblos mesoamericanos construyeron una civilización cuyas expresiones hablan de elementos compartidos por varios pueblos y rasgos que los distinguen entre sí. En la medida que avanzó el proceso civilizatorio, algunos rasgos se homogeneizaron por el contacto interétnico y otros adquirieron especificidad en ciertos contextos. Este proceso fue continuo y perduró hasta la colonización española. Algunos autores emplean indistintamente los nombres nahuas para describir objetos y conceptos originales de Mesoamérica,[3] y otros destacan las diferencias entre los pueblos de la región.[4]
Al ser éste un artículo introductorio, se privilegian los elementos culturales compartidos por los pueblos mesoamericanos de acuerdo con el enfoque adoptado en obras de acercamiento general a la realidad mesoamericana.[5] Aunque en este artículo no se deja de hacer referencia a las particularidades, éstas pueden ser profundizadas en los artículos respectivos.
La mayor parte de los pueblos mesoamericanos hablaron lenguas pertenecientes a las siguientes familias lingüísticas: otomangueana, mayance, mixe-zoqueana, totonacana y uto-azteca. Otras lenguas están aisladas o no pudieron ser clasificadas porque desaparecieron en el proceso de castellanización que comenzó con la colonización española y continua hasta la fecha. Este mosaico de lenguas y etnias estuvo presente durante la época prehispánica y tiene su correlato en las numerosas culturas indígenas que se desarrollaron en diversas zonas y tiempos de Mesoamérica, entre las cuales las más estudiadas han sido la mexica, la maya, la teotihuacana, la zapoteca, la mixteca, la olmeca o la tarasca. A pesar de la concentración de estudios que se han dado en el caso de esas importantes culturas, Mesoamérica fue escenario de muchos pueblos, algunos de los cuales han apenas comenzado a ser investigados a partir de excavaciones recientes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario